Radiobot y Telebot llegaron a Ludorama
Radiobot y Telebot llegaron a Ludorama

BITÁCORA

Les contamos que Radiobot y Telebot ya están acomodados en la redacción de Ludorama esperando conocer a sus futuros humanos.

¡Hola, ludoramitas!

Tal como anunciamos haremos un sorteo robótico. ¡Un robot para quienes escriben en este primer número, otro para los lectores que han confiado en nosotros haciendo su compra anticipada! El 20 de septiembre, un día antes que Ludorama Revista vea la luz del sol, haremos el sorteo de forma virtual.  

El hacedor de estas bellezas de madera es Iván Coquand, que los diseña y los construye amorosamente a mano. Hicimos un alto a las rotativas para conocerlo mejor.

¿Quién es Iván Coquand?

Nací en Neuquén en 1977. Soy Profesor Nacional de Escultura egresado de la ENBAPP «Prilidiano Pueyrredón» [Nota de la Editora: ¡La Prili!]. Trabajo como docente de Arte en escuelas medias y terciarios de la Ciudad de Buenos Aires. Desde 2008 diseño y construyo artesanalmente robots de madera en un proyecto que lleva el nombre de La barda juguetes de madera. Se venden en línea y se han vendido en tiendas de diseño de todo el país. Además, soy amante de las bicicletas.

¿Cómo y cuándo empezaste con esto de los robots?

Empecé a hacerlos como un hobby hace más de quince años, entre trabajos por encargo de carpintería y mi vocación de escultor.

¿Por qué robots, y además de madera reciclable?

Robots porque me gustan mucho, son entes en permanente creación. Todo está por hacerse en robótica y eso me resulta muy estimulante. Lo de la madera tiene que ver con revalorizar un material natural que está vivo, tiene un olor, una temperatura, una textura, color y peso particular. Además la madera es reciclada: aprovecho maderas de descarte que no suelen reciclarse como muebles, aberturas, etc. También aprovecho la madera de la poda despiadada del arbolado urbano de la Ciudad de Buenos Aires. La idea es hacer un producto lo más sustentable posible. Se trata de evitar la lógica descartable del juguete plástico: comprar y tirar, comprar y tirar. Estos robots se reparan.

¿Cómo los hacés, en qué te inspirás?

Se inspiran en personajes que yo mismo inventaba y dibujaba en mi infancia, cuando mis juegos estaban relacionados con la naturaleza: hacer naves con piedras, trepar árboles, que me picaran las hormigas o caerme de la bicicleta. Desde entonces vengo imaginándolos. También me influenciaron los clásicos del cine de ciencia ficción con sus robots y naves. Algo de Robotech, algo de Thunderbirds, algo de Star Wars y mucho de juguetes vintage.

Los fabrico yo mismo, artesanalmente, con piezas de madera estandarizadas y otras de fabricación propia. Están pulidos y no llevan pinturas de ningún tipo. Son articulados.   

¡Vimos que los robots tienen una pequeña historia!

Estos robots no son bélicos sino que se dedican a la construcción, reparación, exploración, siembra y telecomunicaciones. Sembrot, por ejemplo, es el encargado de la forestación de planetas lejanos y zonas de la Tierra que han sido devastadas. Todos ellos trabajan en equipo, colectivamente. Se trata de recuperar la tradición en que los robots no son violentos ni destructores sino que contribuyen a la construcción de una sociedad mejor. 

Conocé más sobre Radiobot, Trapesbot, Bolibot, Sembrot, Explorbot, Telebot, Cubot, Atombot en La Barda juguetes

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